Si va a esquilar usted a su caballo, le recomendamos que tenga
en cuenta los siguientes puntos:
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El día antes del esquilado, intente que su animal realice bastante
trabajo; pero no el mismo día del esquilado puesto que no podrá
cortar una capa sudada.
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Antes de esquilar, cepille su cuerpo a fondo, tenga en cuenta
que si la capa está limpia será mucho más fácil de esquilar.
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Pruebe siempre la máquina antes de ponerse manos a la obra
(debajo del cuello es una buena zona). La máquina funcionará
correctamente siempre y cuando las cuchillas se deslicen por
el pelo cortando con facilidad, sin necesidad alguna de hacer
fuerza.
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Si nota que la máquina no está cortando con suavidad, pare
de inmediato: las cuchillas que se enganchan pueden dañar al
caballo.
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Corte siempre a contrapelo.
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Trabaje el cuerpo del animal desde delante hacia detrás. Procure
ir tapando la zona esquilada con una manta (a ser posible de
yute, ya que en las mantas de lana los pelos recién cortados
pueden engancharse).
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Corte a tiras, que irán de forma paralela.
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Mantenga las cuchillas siempre planas. Esto es muy importante,
puesto que si inclina las cuchillas demasiado hacia la piel
del caballo puede producirle un severo corte en la piel.
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Si se encuentra en una capa gruesa, pase dos o incluso tres
veces sobre la misma, profundizando poco a poco.
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Si nota que el caballo muestra signos de cansancio, déjelo
descansar y aproveche para hacerlo usted también.
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Sobre todo en el momento de esquilar la parte interior de las
piernas, ponga cuidado en que el caballo no se mueva, ya que
podría producirle una lesión de importancia. En caso de que
se de cuenta de que va a moverse, procure detenerlo sujetando
la cola.
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Tenga en cuenta que las zonas más sensibles del animal son:
la cabeza, el bajo vientre, y la parte interior de las extremidades.
Es fundamental que proceda a su corte con las cuchillas de la
máquina en frío.
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Para las zonas difíciles de alcanzar (pelo de la garganta,
entre los remos anteriores y entre las piernas), estire la piel
sobre el hueso o la carne de debajo con la mano que le queda
libre; esto le facilitará el acceso de la máquina.
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Cuando finalice el proceso de esquilado, cepille de nuevo al
caballo y póngale una manta por encima.
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Limpie la máquina a fondo y déjela siempre con las cuchillas
sin montar.